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DEDICADO
A
Toda mi rara familia en especial a las más raras personas que conozco
Renato Agustín, Daniel, Aneita, David,
Steven, Martín tin-tin
Bryan, Anita ojitos, Verito
Sofy y Joshua Benjamín.
Esta historia es real, y es muy rara por eso es el título de “
Es un lugar chiquito, chiquitito, muy chiquititito, y para que me entiendan imagínense una ciudad con la forma de una taza, creo que no es así la cosa, la ciudad está dentro de la taza, bueno no es que esté dentro de una taza es que alrededor de esta ciudad rara están muchas montañas y forman una especie de taza, en el centro de las montañas (o sea de la tacita) están muchas casitas pequeñitas “eeee” ¿raro no?
Aquí no termina la cosa.
Las calles son estrechas y por cualquier lugar que iba podía oler pan, pan recien salido del horno a miel, a frutas, a flores, a leche con chocolate como si esta ciudad estuviese hecha de caramelo y bizcocho cubierto con chocolate y flores no sé todo era muy raro…
Ví mucha gente y esta gente estaba contenta, no entiendo en una ciudad peque en dónde no se podía caminar ¿mucha gente?, raro ¿no?, se saludaban diciéndose “hola vecino”, “como está vecina”, “saludará a la comadrita”, “que fue loco”. Es o no raro, no cierto que ¿si?
Al pasar por un parque que parecía ser igual a cualquier parque en el mundo, con flores como cualquier flor, con árboles como en todo parque, pues no era así, los árboles eran de frutas dulces y hasta había una reina fruta, las flores de mil colores y las personas ni que decir, raras, cantaban y bailaban con una banda de músicos que les llamaban los trompudos “toca trompudo”, entonaban canciones a una tal tierra de las flores y las frutas, esta es una fiesta rara que se inició porque un terremoto destruyó la ciudad de la tacita, díganme ustedes son o no raros ¿eh?.
Pero… hay más!!!
Viven cerca del cielo, la ciudad está muy alto en las montañas pero hace un calor… que es muy raro, hay gente de muchos colores que se visten raro unos con ponchos rojos, otros ponchos negros, unos con sombrero y otros no, y de las formas ni que hablar chiquitos, grandotes, medianos, gorditos, flaquitos, negritos, blanquitos, hasta amarillos y de color café todos diferentes pero tan felices que no debería ser sólo la tierra de las flores y las frutas sino la tacita de la alegría.
Antes de finalizar esta historia diré que la ciudad es real la llaman Ambato, nombrecito raro para una ciudad rara, se encuentra en un país por el que atraviesa una línea imaginaria que une al mundo, ya ven hasta en esto son raros. Siempre he sabido que hay una línea que divide al mundo en norte y sur pero aquí no…, aquí une al mundo en uno, púchicas si que son raros aquí.
Si no me crees que existe un lugar así de raro, entonces también eres raro.
…y es así como termina esta Historia Rara, de
Juan Carlos Escobar Garcés
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